Casabe con sabores


Natural, de ajo, ajonjolí, albahaca, aceite de oliva, jalapeño picante, maní, almendra con pasas y granola.



El blanco pan hecho con harina de yuca, herencia culinaria de los taínos, se diversifica. Y de qué manera. Desde hace año y medio, una pequeña empresa familiar en Santiago le brinda al público la oportunidad de probarlo en nueve variedades de sabores: el tradicional, con ajo, ajonjolí, albahaca, aceite de oliva, jalapeño picante, maní, almendras con pasas y granola. Sabores y texturas difíciles de imaginar, sobre todo el de ají jalapeño. O el de almendras.
Esa curiosidad por probarlos atrae cada vez más comensales hasta la modesta enramada de Casabe Gourmet San José, en la autopista Duarte kilómetro 4, a la altura de Sabaneta, en la entrada a Santiago.
La idea es de los esposos Andrés Bisonó y Teresa Fernández. Cuenta don Andrés, quien antes era ferretero, que cuando sus hijos comenzaron la universidad en Santiago se sacrificaba y viajaba todos los días desde el municipio San José de las Matas (Sajoma), de donde son oriundos, viajes que aprovechaba la gente para pedirle que le trajera el famoso casabe de Sajoma.
“Eso eran encargos y encargos, entonces me dije: ¿por qué no traerles la fábrica aquí?”. Así lo hicieron. Comenzaron vendiendo el casabe natural en una mesita. Luego fueron agregando los sabores (por curiosidad) y creciendo en público y en espacio.

Artesanal
Cómo mezclan y compactan los ingredientes con la harina de yuca es un secreto que Bisonó prefiere no compartir. Su casabera es, además, la única que ofrece tantas variedades de casabe en el país, dice. “Y eso no es nada. Nos hemos ido frenando. Les pedimos al Señor que nos ayudara y ahora estoy frenando, porque me han llovido las ideas y no las puedo sacar todas”. Lo que sí destaca es que los preparan de manera artesanal y a “mano pelá”, porque la yuca tiene una particularidad, explica Bisonó: “Absorbe los olores a medida que se calienta en la plana (de cemento), si lo hacen con un guante de goma, absorbe su olor y sabe horrible”.
Bisonó admite que no esperaba que la gente se volviera loca con los casabes de sabores, como ha ocurrido. Sin embargo, dice que hasta el momento no piensa exportarlos. “No me voy a poner a inventar. Primero vamos a darlo a conocer al país. Aquí hay suficiente mercado, hay gente en la capital que la mitad es mucha”.
En la casabera trabajan seis empleados, más los hijos de Bisonó, Adolfo y Tomás, que atienden a los clientes. “De eso vivimos, de ahí se les paga la universidad a los muchachos, dos varones y una hembra”.

El favorito de las mujeres
Andrés Bisonó tardó un mes en conseguir el casabe con sabor a almendras, el más caro del menú. “La almendra es sosa y el casabe ni se diga. Lograr sacar un sabor agradable me costó bastantes pruebas, los demás son más fáciles de conseguir”, explica.
Dice que el favorito de las mujeres es el de albahaca. “No se pueden resistir. Lo he catalogado como el casabe de la mujer”.
El último ingrediente del catálogo, el de granola, es ideal para quienes hacen dieta, asegura Bisonó. “Es excelente porque el casabe de por sí tiene fibra, y hay personas que aquí han dado su testimonio de que les funciona”, explica.
Además de casabe, en el negocio venden panecicos y pasteles en hojas.

Lombricultura, alternativa para el sector agropecuario


López, corresponsal. El Sol de Morelia...
Su operación haría costeable la producción de alimentos a gran escala.

CHILCHOTA, Michoacán. Este municipio cuenta con grandes extensiones de cultivo, en las que por desgracia se siguen utilizando fertilizantes sintéticos que dañan el suelo. El ingeniero Luis Manuel Bautista Herrera, que es de esta localidad, propone como nueva fuente de fertilizante a la lombricultura.

El hombre no se ha dado, o no quiere darse cuenta, de que el camino que está siguiendo lo lleva a la destrucción del medio que lo rodea, que los recursos energéticos no renovables de los que dispone se van agotando y, que los sistemas que enmarcan su vida destruyen el planeta día a día en forma inmisericorde.

La lucha del hombre contra la erosión del suelo es tan antigua como la agricultura misma. Testimonio de sus esfuerzos para adaptarse el mismo a la tierra están escritos en todos los parajes alrededor del mundo y en países arruinados, gente que se muere de hambre, nos demuestra que el fracaso en el cuidado adecuado de este gran recurso que son nuestros suelos. (Stallings J. H. 1962).

En la naturaleza hemos encontrado la respuesta a muchos problemas de contaminación ambiental, y es justamente allí donde nace la lombricultura como una respuesta simple, racional y económica a dicho problema. Hoy en día la lombricultura es una biotecnología que utiliza a una especie de lombriz doméstica como una herramienta de trabajo; recicla todo tipo de materia orgánica, y obtiene como fruto de este trabajo al humus, un fertilizante de primer orden, que son las excretas de la lombriz.

Las lombrices rojas californianas (Eisenia foetida) fueron criadas intensamente a partir de los años 50 en California. Esta especie es originaria de Eurasia y, en alguna literatura no científica se le denominó "rojo híbrido", lo que ha dado lugar a no pocas confusiones ya que no se trata de un híbrido, sino de una lombriz que al igual que el resto de sus parientes es el resultado de la selección natural, siendo la especie más cultivada en el mundo entero. (Arbona, 1999).

Hasta la actualidad se conocen entre 6 y 7 mil especies diferentes de lombrices, siendo la más conocida la Lombricus terrestris (lombriz de tierra); ésta vive exclusivamente en la tierra y se alimenta de las materias orgánicas presentes en el suelo. En estado adulto llega a medir de 9 a 30 cm de largo. Su apareamiento se produce generalmente cuando se asoman a comer a la superficie. (Leyva Galán y Ángel, 1993).

Se conoce a la lombricultura como la actividad que recicla desechos orgánicos, produciendo un abono natural y, carne rica en proteína animal, utilizando para ello lombrices especiales adaptadas para vivir en condiciones de alta densidad y en cautiverio.

La lombricultura, como se le conoce a la producción de lombrices de tierra en cautiverio, permite obtener un fertilizante de tipo orgánico, o vermiabono, con altos niveles de humificación y mineralización que permiten la recuperación de los suelos erosionados, al retener los nutrientes minerales tales como calcio, magnesio o potasio.

Esta capacidad de retención ayuda a que la planta absorba más rápido los nutrientes, evitando su pérdida por filtración al suelo, lo que a su vez impide la contaminación de los mantos freáticos, por ser un producto 100 por ciento natural.

Los expertos señalan que, para que los estiércoles sean un abono inocuo deben pasar por un proceso de descomposición o compostaje.

Uso sostenible del agua: Reto para el desarrollo agrícola

Por Lourdes Pérez Navarro*

  La Habana (PL) Producir alimentos suficientes para una población en rápido crecimiento, demanda de la comunidad internacional un uso sostenible del recurso limitado más importante del planeta: el agua. Para alimentar a los nueve mil millones de personas que se prevé existan en el año 2050, será necesario elevar la productividad agrícola, la superficie cultivable y la intensidad de cultivos, sin embargo las reservas hídricas del planeta son restringidas.

  Según las estadísticas cada ser humano bebe diariamente entre dos y cuatro litros del vital líquido, pero la mayor parte de la que se ingiere está incorporada a los alimentos que se consumen.

  Baste mencionar que para producir un kilo de carne de vacuno se consumen 15 mil litros de agua, y otros mil 500 para obtener igual cantidad de trigo.

  La agricultura, esencial para proporcionar los alimentos que la creciente población demanda, es una actividad sedienta: cerca del 70 por ciento del agua dulce se destina a ella.

Sin embargo, aun cuando existen mil millones de personas en el mundo que viven en condiciones de hambruna crónica, el 30 por ciento de los alimentos producidos jamás llega a ser consumido, y el agua invertida en su creación se pierde.

Expertos de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) aseguran que una reducción del 50 por ciento en las pérdidas y desperdicios de alimentos mundialmente, ahorraría unos mil 350 kilómetros cúbicos de agua cada año.

"A menos que incrementemos nuestra capacidad de utilizar el agua sabiamente en la agricultura, no conseguiremos acabar con el hambre y daremos paso a una serie de problemas diversos, incluyendo sequía, hambruna e inestabilidad política".

Así advirtió el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, al celebrar el 22 de marzo el Día Mundial del Agua, que este año tuvo como lema El agua y la seguridad alimentaria.

El funcionario alertó, además, acerca de que en muchas partes del mundo la escasez de ese vital recurso aumenta y la tasa de crecimiento de la producción agrícola se ha ralentizado.

A la par, destacó, el cambio climático está agravando los riesgos y la incertidumbre entre los agricultores, "en especial los campesinos pobres en los países de bajos ingresos, que son los más vulnerables y los menos capaces de adaptarse".

Ante esto, instituciones internacionales como la FAO abogan por el ahorro del líquido en todas las etapas de la cadena de suministro, desde los productores hasta los consumidores.

Exhortan a adoptar medidas como consumir productos que hagan un uso menos intensivo del vital líquido, reducir el escandaloso desperdicio de alimentos, producir más, de mejor calidad y con menos agua, y llevar una alimentación saludable.

La situación no deja de ser alarmante en América Latina y el Caribe.

Un informe presentado por la ONU en el VI Foro Mundial del Agua, recién celebrado en Francia, advirtió que, exceptuando a México y algunas pequeñas naciones de Centroamérica, los países de la región basan gran parte de sus economías en la exportación de recursos naturales, cuya producción demanda abundantes recursos hídricos.

"El aumento en la demanda global de recursos mineros, agrícolas y energéticos hará que aumente también la demanda de agua", alertó el estudio.

En tanto, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) puso de relieve otra preocupación: las políticas contra la contaminación del agua por los usos agrícolas no ha dado resultados satisfactorios en los últimos diez años en sus países miembros.

Para revertir la situación propuso aplicar el principio de que el que contamina paga, con el cual pretende que los agricultores integren los costos medioambientales de su actividad.

La OCDE exhortó a suprimir las ayudas agrícolas vinculadas a la producción o a productos fitosanitarios para atenuar así la presión ejercida sobre los sistemas acuáticos.

Abogó, además, por crear mecanismos de información dirigidos a brindar asesoría sobre la temática, tanto a los agricultores como a los responsables de la gestión del agua y las administraciones.

A juicio de los expertos la agricultura es una de las principales fuentes de contaminación del agua, por lo que, entre otros desafíos, urge reducir el empleo de recursos como abonos, pesticidas o productos veterinarios.

Mitigar los efectos contaminantes, enfatizaron, requiere de inversiones ascendentes a miles de millones de dólares.

En tanto el buen manejo del líquido vital exige de la adopción e implementación de estrategias, políticas y técnicas que sean eficientes y sostenibles. Garantizar que eso ocurra requerirá la transferencia de las tecnologías hídricas adecuadas, la promoción de los pequeños productores alimentarios y la conservación de los servicios ecosistémicos esenciales.

Lograrlo requerirá invertir en personas, infraestructuras, educación y concienciación, y encontrar incentivos para que los campesinos adopten buenas prácticas, a fin de fortalecer su capacidad de mejorar la productividad.

Atar cabos entre la seguridad hídrica y la seguridad alimentaria y nutricional en el contexto de una economía verde, es hoy uno de los retos prioritarios de la comunidad internacional.

* Periodista de la Redacción de Economía de Prensa Latina.

em/lpn

DIAGNOSTICO DE NUESTRA AGROPECUARIA

  ENUMERAN TRABAS RETRASAN EL DESARROLLO AGROPECUARIO EN RD; 
MOTIVAN ESTRATEGIA NACIONAL DEL SECTOR HACIA EL 2030 

POR J MODESTO RODRIGUEZ 

 ¿Se habrán preguntado quienes serán el relevo de nuestros actuales productores agropecuarios?. ¿Estará el país preparando ese relevo?, ¿Podrá el país contar con la población joven hija de nuestros agroproductores para continuar el trabajo en el campo cuando ellos, adultos mayores – productores envejecidos y envejecientes - ya no estén con nosotros?. 

 
  Por décadas la alimentación de nuestro pueblo ha estado en manos de al menos 30 a 40 mil hombres y mujeres que bajo agua, sol y sereno se han ocupado de garantizar que los alimentos originados en el campo lleguen a nuestras mesas. Pero nadie humano es eterno y se debe pensar en el relevo. ¿Están nuestros jóvenes –hijos de los agricultores y ganaderos- preparándose para ocupar el puesto de sus padres?. 

  Por otro lado, la Asociación Nacional de Profesionales Agrícolas –ANPA_ ha revelado que el país podría quedarse sin agrónomos y que en las universidades cada vez son menos los estudiantes de agronomía. En el boletín numero 45 de agosto del 2011, el ANPA señala en la pagina 7 que en todo el país habían matriculados solo 246 estudiantes de agronomía. La asociación de profesionales agrícolas atribuye este fenómeno al “poco incentivo que causa ver a muchos profesionales de esa rama sin empleo y a otros con salarios de miseria”. Agrega que los sueldos más altos de un agrónomo especialista que son quienes manejan la “tecnología de punta” o de última generación es de RD$ 12,000, y el de un agrónomo- no especialista- RD$ 7,000 mensuales. Las universidades que ofrecen la carrera de agronomía son en el Colegio Loyola, de Dajabón donde en 2011 había matriculados 149, y 97 en la Escuela Agrícola Salesiana de La Vega. En tanto, había una matriculación “bajísima” en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y la Universidad Católica y la Tecnológica del Cibao, que son las academias que titulan a los ingenieros agrónomos. 

  El panorama luce aun mas desolador, cuando en el resumen ejecutivo del documento “República Dominicana: Orientaciones Estratégica para la Competitividad Agro empresarial 2011-2030, que esta siendo publicado en el salón Verde del Palacio Nacional, aparecen datos espeluznantes que enumeramos a continuación. Este documento fue elaborado por Osmar C. Benítez, Coordinador General, Joaquín Díaz Ortega, Soraya Rib y Braulio Serna Hidalgo, cuando este último se desempeñaba como Jefe de la Sección de Desarrollo Agrícola y Rural de la Sede Subregional de la CEPAL en México y fue enviado a la Redacción por Manuel Gómez Tejeda (Manegonte), asesor del Ministerio de Agricultura. La puesta en circulación de este documento, forma parte de la agenda de publicaciones del Ministerio de Economía, Planificación, y Desarrollo en el marco de la Estrategia Nacional de Desarrollo al 2030. 

  Veamos: Uno de los principales motores de la estrategia es la productividad del capital humano. La 
Competitividad internacional, la innovación y la adaptación a los efectos adversos del cambio climático demandan habilidades, destrezas y conocimientos nuevos a los agricultores y ganaderos. 

  Con respecto al capital humano, existen estudios en los que se muestra que la pobreza y la desigualdad impiden el desarrollo de cualquier país, ya que frenan el crecimiento y complican el abatimiento de la pobreza. En países como la República Dominicana que enfrentan una alta desigualdad, este hecho limita la innovación y la productividad. En zonas rurales, 40% de la población más pobre apenas participa en 13 % del ingreso. Como la presente estrategia está basada en el aumento de la productividad, la innovación y la mejora del capital humano son necesarias. 

  Asimismo, un tema de gran relevancia es la nutrición a nivel rural. En el período 2004-2010 alrededor de una quinta parte de la población tenía una ingesta calórica por debajo del nivel mínimo de energía alimentaria. Del mismo modo, en 2010 cerca de 4% de los niños menores a cinco años poseían un peso menor al esperado. 

  La desnutrición restringe el desarrollo de las capacidades y potencialidades productivas de la Población, reduce la productividad rural y, por ende, los ingresos. Una población desnutrida condena el desarrollo de su potencial y no contribuye a la modernización productiva y a la competitividad agropecuaria y agroindustrial. 



FINANCIAMIENTO 



  En la presente estrategia se analizaron cuatro posibles escenarios de crecimiento agropecuario en 

  los que se proyectan tasas de 3,1%, 3,9%, 5,3% y 6,4%, respectivamente (tasas utilizadas en función de las acciones que puedan ser tomadas). El último escenario recomendado implica un mayor aprovechamiento de las potencialidades del agro, una mayor eficiencia del uso de las tierras, del agua y los recursos fiscales dedicados a la agricultura. 

  De igual manera, se requiere de una alianza con el sistema financiero para lograr acuerdos de aprovechamiento del crédito para el agro y asegurar el pago de los financiamientos, así como el desarrollo de acuerdos estratégicos con las universidades y centros de investigación para fortalecer las cadenas productivas. La alianza señalada también implica una atención especial a la formación del capital humano, así como articular a los productores con la agroindustria y el mercado de exportación. 

  Una condición importante para elevar la productividad y el crecimiento rural es un gasto público mayor y más eficiente. El gasto agropecuario del gobierno central en el sector agropecuario no es elevado, apenas representa 0,6% del PIB y 8% del PIBA. El valor agregado agroalimentario representa 17% del PIB total y cubre 43% de las exportaciones de bienes sin incluir las zonas francas. 
  La calidad del gasto agropecuario se debe elevar. En 2002, del total del gasto público, sólo 5% se dedicó a la provisión de servicios de investigación, extensión y atención sanitaria, actividades que tradicionalmente pertenecen a los servicios públicos. 2 En los últimos seis años los gastos en inversión fija del ministerio se contrajeron casi 10% anual y se han concentrado más en gastos corrientes. 

  En la estrategia se mencionan diversos criterios orientadores particulares para cada cultivo y producto pecuario, relacionados con medidas público-privadas que conviene adoptar. 

  Uno de los tópicos recurrentes en casi todos los cultivos y actividades del agro, es ampliar y mejorar las condiciones del financiamiento. Por ejemplo, conviene una mayor disponibilidad de recursos estatales canalizados mediante la banca privada y pública, así como analizar las normas prudenciales establecidas por las autoridades monetarias y financieras, con el propósito de flexibilizarlas acorde a la producción y comercialización agropecuarias. Particularmente, urge que la calificación de la propiedad rural se modifique de polivalente a monovalente, ya que limita el acceso al crédito a los agricultores. 

  Asimismo se hace necesario manejar instrumentos financieros que soporten inversiones de largo plazo, instalaciones, equipos e innovaciones en cultivos y productos pecuarios. De igual manera, resulta fundamental poner en marcha la ley 146-02 sobre el seguro agrícola, luego de incorporar las modificaciones necesarias para su aplicación universal y, de manera preponderante, constituir un Fondo de Apoyo Crediticio para la Transformación Competitiva del Agro. 

En esta etapa del proceso de apertura estimulado por los acuerdos comerciales firmados con los 

  Estados Unidos y los países de Europa, naciones que mantienen programas de apoyo a sus agricultores,  urge diseñar y poner en marcha un programa de apoyo directo a los productores dominicanos de bienes sensibles (Attali y asociados) y ajustarlo a las normas internacionales definidas por la OMC. 

  Finalmente es necesario fortalecer los programas de sanidad e inocuidad animal y vegetal, para beneficiar a los consumidores nacionales e internacionales, consolidar mercados, diversificar y elevar las exportaciones de productos avícolas y pecuarios. Asimismo, se propone el manejo transparente de las importaciones de los productos sensibles del agro dominicano, lo que permitiría una mayor claridad en los mecanismos de asignación de las cuotas de importación. 



TRABAS Y RECOMENDACIONES 



  Una restricción importante al crecimiento agropecuario ha sido la falta de diálogo y de una estrategia consensuada entre los actores públicos y privados. Es necesario armonizar la acción, los propósitos, las modalidades y las acciones públicas y privadas en el agro, y enfatizar su complementariedad, en vez de su competencia. 

  Por otra parte se destaca que la debilidad fiscal del Estado, los compromisos políticos y en particular el servicio de la carga de la deuda pública, restan flexibilidad a los aumentos del gasto público agropecuario. 

  En el caso del sector, esta situación se torna preocupante debido a la reducción del porcentaje de los  recursos públicos destinados al agro, que han declinado en los últimos diez años al pasar de 10,2% en 1998 a sólo 2,4% en 2010. Esta situación fundamenta la conveniencia de acuerdos públicos y privados. En un estudio reciente se recomendó un rol estatal más selectivo, más articulado con la actividad de los productores (arroz, azúcar, leche, habichuelas, cebollas, ajo, pollo y cerdo). 

 Asimismo, se deberán evitar duplicaciones, ineficiencias, asignaciones presupuestarias con bajos beneficios, políticas ineficientes y llevar a cabo un trabajo conjunto entre lo privado y lo público a fin de fortalecer las cadenas productivas, y así propiciar una mayor integración de los pequeños productores. 

  En la presente estrategia se sugiere, asimismo, un gasto más concentrado, más orientado al logro de impactos y efectos positivos en el agro, que a realizar una serie de actividades desconectadas con los propósitos fundamentales del desarrollo humano. También es necesario lograr instituciones públicas eficientes, con menos burocracia en función de empleos improductivos y, muchas veces clientelistas, evaluadas más por sus resultados y alcances que por las actividades que realizan. 

  Se trata de concentrar el gasto público en servicios prioritarios, sanidad e inocuidad, información de mercados, formación del capital humano y producir más bienes públicos y menos bienes que el sector privado puede hacer mejor. 

  Es necesario robustecer la seguridad jurídica de los derechos de propiedad y que se reconozca la plena propiedad de la tierra de los adjudicatarios de la reforma agraria. 1 Si se esto se alcanza de manera transparente se brindará mayor seguridad jurídica a sus propietarios. 

  Una condición importante para elevar la productividad y el crecimiento rural es un gasto público mayor y más eficiente. El gasto agropecuario del gobierno central en el sector agropecuario no es elevado, apenas representa 0,6% del PIB y 8% del PIBA. El valor agregado agroalimentario representa 17% del PIB total y cubre 43% de las exportaciones de bienes sin incluir las zonas francas. 

  La calidad del gasto agropecuario se debe elevar. En 2002, del total del gasto público, sólo 5% se dedicó a la provisión de servicios de investigación, extensión y atención sanitaria, actividades que tradicionalmente pertenecen a los servicios públicos. 2 En los últimos seis años los gastos en inversión fija del ministerio se contrajeron casi 10% anual y se han concentrado más en gastos corrientes. 

  Un desafío acentuado en los últimos años es el impacto del cambio climático en la agricultura y la ganadería dominicanas. Hay escasa información sobre el tema, en relación con otros países. 3 Sin embargo, las necesidades de adaptación al fenómeno climático son evidentes y requieren de una acción concertada privada y pública, en manejo de suelos, bosques, uso de nuevas variedades y biotecnología. 

  Resulta fundamental mejorar la información climática, prevenir los efectos destructivos que provocan los desastres naturales y manejar riesgos para los agricultores, por medio de la tecnología digital. 



OPORTUNIDADES 



  La República Dominicana tiene un gran potencial para desarrollar cadenas productivas agropecuarias y agroindustriales hacia 2030, con mayor valor agregado y competitividad internacional, con la posibilidad de integrarlas a los mercados globales, nacional y a la demanda del turismo. Esta posibilidad es aún mayor en el creciente contexto internacional de mercados agrícolas. 

  Algunas de estas actividades productivas se encuentran ya en desarrollo, con tecnologías modernas y aprovechando mercados especiales como el de la producción de vegetales bajo ambiente protegido (invernaderos), el de las exportaciones de productos orgánicos, el del abastecimiento del turismo y los de productos étnicos. 

  De igual manera se destaca la producción de frutas tropicales y la de cultivos para usos medicinales y cosmetológicos, así como la acuacultura intensiva en lagos y represas. La producción pecuaria y el aprovechamiento de especies menores representan también oportunidades. 

  Si a pesar de las restricciones y obstáculos enfrentados, los productores han logrado salir adelante, con una estrategia para la competitividad, el aumento de los ingresos rurales, en particular de los pobres, y el crecimiento sostenido del agro, alcanzará tasas superiores y efectuará un mayor aporte a la economía y sociedad dominicanas. 

  En las últimas décadas resaltan varios factores positivos: la diversificación de productos y de mercados de exportación, los avances en innovación de tecnologías en riego, la mecanización, la producción en invernaderos y el uso de nuevas variedades. Asimismo, se registró el crecimiento sostenido de la oferta de arroz y la contribución de las áreas cultivadas bajo riego ha sido considerable. 



  “Grandes desafíos tenemos por delante y sólo en el marco de una concertación económica y social podremos avanzar positivamente hacia un futuro mejor, más promisorio para los hombres y las mujeres del campo dominicano. Uno de los grandes retos es la capitalización financiera de la agropecuaria y la agroindustria en la República Dominicana. 

  Hay 4 pilares fundamentales que contribuirían, decididamente, a transformar las actividades productivas del campo en una empresa rentable, competitiva y generadora de riqueza para la sociedad y, especialmente, para los agricultores y las agricultoras de la República Dominicana. 

 i. Las inversiones productivas; ii. La innovación tecnológica; iii. 

   La capacitación para la competencia; iv. La conquista de los mercados.” 



  De igual manera, se observa que el flujo ascendente de las remesas apoyó a las actividades productivas. Como en los últimos años los precios internacionales de algunos productos de exportación se han elevado, se han estimulado mayores exportaciones y mejorado los ingresos de los productores dominicanos.

La Gran Laguna, potencial atractivo ecoturístico de Nagua

Escrito por: MIGUEL MARTÍNEZ (m.martinez@hoy.com.do)


  Nagua, María Trinidad Sánchez. Si tienes pensado hacer turismo interno en los próximos días, pues te invito a que desnudes la belleza natural de La Gran Laguna, uno de los atractivos de mayores condiciones para el desarrollo ecoturístico de Nagua.

  Este inmenso cuerpo costero de agua dulce, localizado en la comunidad de Boba, cuenta con tres tipos de manglares, donde las especies de Mangle Rojo, Mangle Blanco y Mangle Prieto, se asocian a las de Draco, Hicaco, Mara, Coco, Ipomea, Uvas de Playas y otras especies, para construir este paraíso de más de 30 especies de aves acuáticas y peces.

  Alrededor de unas 250 familias conviven en el entorno de La Gran Laguna, donde un 70% de estas vive de la pesca.

  Estudiantes de Intec que se encontraban recorriendo la Ruta Eco-Turística María Trinidad Sánchez señalaron que anteriormente cualquier persona podía pescar en la Laguna, afectando la estabilidad del ecosistema marino e impidiendo que se reproduzcan en gran medida las especies endémicas que allí habitan.

  Explicaron que por tal motivo se ha controlado la pesca indiscriminada en aras de preservar las especies y el sustento de los moradores del litoral.

  Especies de aves acuáticas

  En La Gran Laguna habita una gran variedad de aves acuáticas que hacen de este paisaje un lugar más encantador a los ojos de los turistas locales y extranjeros. En ella se pueden observar especies como los reicongos, patos, gallaretas, yaguazas, playeritos, paloma coronita, garza real, garza gris, y la garza de rizos.

  Recomendaciones

  Llevar repelente
  Ropa cómoda y zapatos adecuados

INESPRE propone proyectos para incentivar productividad



  El Instituto de Estabilización de Precios –INESPRE-, entendiendo que debe ejercer un liderazgo proactivo en la capacitación y asistencia de todos los agentes participantes en la cadena de valor de abastecimiento y comercialización de los productos agropecuarios, presentó a la consideración de los organismos de cooperación internacional y del sector agropecuario nacional una carpeta de proyectos dirigidos a incentivar la productividad agrícola en aras de generar las riquezas necesarias para garantizar la seguridad alimentaria nacional.

  La propuesta realizada en coordinación con las organizaciones SISAGRO –Sistema Integrado de Servicios Agropecuarios- y la Cooperativa Agropecuaria y de Servicios Múltiples de Agroproductores Dominicanos, comprende cuatro (4) proyectos entre los que figuran el “Centro de capacitación, asistencia e Información agropecuaria”, en Sabana perdida, Santo Domingo Norte; el “Proyecto de Huertos Familiares Ecológicos (Invernaderos, cielo abierto) programa piloto; el Sistema Integrado de Comercialización Agropecuaria”, en región Este y el “Proyecto Agroforestal Loma Larga, en Vicentillo, provincia El Seibo

  El acto de presentación estuvo encabezado por los señores Lic. Huáscar Melo y Domingo Núñez, Polanco, subdirectores de Relaciones Corporativas y Mercadeo, y de Planificación y Desarrollo de INESPRE, respectivamente, Juan Almanzor y Teresa Meta.

  Domingo Núñez Polanco quien tuvo a su cargo la presentación formal de la propuesta explicó que la iniciativa se enmarca dentro de las acciones que viene emprendiendo INESPRE en su papel de estabilizador de los precios de los productos básicos, conjuntamente a entidades y grupos organizados de la sociedad civil, en el marco de acuerdos y convenios de Cooperación Multisectorial, con el objetivo de contribuir a mejorar el sistema de abastecimiento y comercialización de productos agropecuarios mediante la capacitación, asistencia e información a los productores, compradores y consumidores.

  “La realidad es que en la mayoría de los países de la región los productos fundamentales de la economía y la seguridad alimentaria como el Arroz, Maíz, Plátano, Fríjol, Papa, Yuca, Trigo, etc tienen bajos rendimientos de niveles de productividad y desde el punto de vista de los costos esto es significativo” expresó Núñez Polanco

  A la vez de enfatizar “pero esta realidad se puede cambiar a través del fortalecimiento del proceso de educación, de asistencia y capacitación en buenas prácticas agrícolas bien dirigidas como el manejo pos cosecha y comercialización a los pequeños y medianos productores”

  Resaltó que en esencia eso es lo que ha servido de motivación para la implementación del proyecto Centro de capacitación, asistencia e Información Agropecuaria por el INESPRE y SISAGRO que con el apoyo y asesoría de La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), busca estimular a los agricultores a pensar y actuar con mentalidad triunfadora bajo los principios de la productividad con organización, y se incentiva en ellos una agricultura rentable con prácticas culturales y tecnologías acordes con sus respectivas zonas agro ecológicas y sus microclimas específicos.