¿Quién es Polan Lacki?

  Polan Lacki nació y vivió su infancia y adolescencia en la zona rural del municipio de Foz do Iguaçu en Brasil. Gracias a esta circunstancia empezó a conocer desde niño los problemas de la agricultura conviviendo con ellos y aprendió a ejecutar varias actividades agrícolas y ganaderas, ejecutándolas. Es Ingeniero Agrónomo por la Universidad Federal Rural de Rio de Janeiro.

  En una realidad de pobreza constató que los propios pobres pueden dejar de ser pobres

  Aún joven tuvo la excelente oportunidad de trabajar durante más de cinco años, como extensionista, con los agricultores más pobres de Brasil, en el Estado de Piauí. Allí las condiciones edafo-climáticas eran muy adversas y, con excepción de la asistencia técnica, los agricultores no recibían ningún apoyo estatal. Había reiteradas promesas de ayudas gubernamentales pero ellas sencillamente no llegaban a las fincas y comunidades rurales. Esa ausencia del poder público le indicó que insistir en soluciones paternalistas significaría perder tiempo y, peor aún, engañar a los agricultores con ilusiones y utopías. Por esta razón se dió cuenta que era necesario hacer algo radicalmente diferente, como por ejemplo: ofrecer a los productores rurales soluciones, que fuesen de tan fácil adopción y de tan bajo costo, que todos ellos pudiesen adoptarlas, sin necesidad de ayudas externas; y que al hacerlo, pudiesen aumentar su producción e incrementar sus ingresos, de manera muy significativa. Más tarde confirmó que eso no era una utopia, sino que una posibilidad real y concreta.

  La propuesta para emancipar a los agricultores está descrita en "El libro de los pobres rurales"

  Con ese propósito emancipador empezó a buscar soluciones en las cuales los conocimientos adecuadospudiesen contrarrestar la insuficiencia de recursos productivos, como por ejemplo: enseñar a los agricultores a mejorar sus pasturas y a producir en sus propias fincas los ingredientes con los cuales ellos mismos pudiesen elaborar las raciones balanceadas para sus animales. Es decir, priorizó soluciones más autárquicas, más auto-dependientes y más autogestionarias, orientadas al siguiente reto: qué y cómo hacer para que los agricultores pudiesen ser eficientes y competitivos con menos créditos, con menos subsidios, con menos inversiones, con menos garantías oficiales de comercialización, en fin, con menos Estado. La factibilidad y la eficacia de esas soluciones "que cuestan poco pero rinden mucho" están demostradas en El libro de los pobres rurales que está disponible, en forma gratuita, en la página web http://www.polanlacki.com.br/agroesp

  "Copió" de los eficientes para enseñar a los ineficientes

  Posteriormente y durante 23 años sin interrupción, trabajó en la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación - FAO. Para mejorar los fundamentos técnicos de su propuesta emancipadora, que en aquel entonces aún era muy incipiente, siguió recogiendo nuevos resultados de investigaciones y experiencias. Con tal fin, visitó muchos municípios de Brasil y todos los 18 países hispanohablantes de América Latina. Varios de éstos paises los visitó en más de 30 oportunidades, hecho que le permitió tener una visión más amplia de sus heterogéneas condiciones edafo-climáticas y de sus sistemas de producción. En sus visitas, poquísimas veces se entrevistó con los ministros y con otras autoridades de alto rango, en las capitales de los países; prefirió recoger las informaciones allá adonde los problemas ocurren y allá donde están siendo realmente solucionados. Es decir, las recogió directamente de los investigadores en las estaciones experimentales, de los extensionistas y de los agricultores, directamente en las fincas y comunidades rurales. Priorizó la búsqueda de experiencias de agricultores pequeños y pobres que lograron volverse eficientes sin ayudas paternalistas de sus gobiernos. En ese largo período dictó conferencias en aproximadamente 430 eventos nacionales e internacionales, convocados por los más importantes organismos de la ONU y de la OEA, universidades, ministerios de agricultura, organismos de investigación y extensión rural y gremios de productores rurales. Después de cada una de esas conferencias, sin excepción, estimuló a los asistentes a que criticaran esta propuesta y que lo hicieron sin piedad. Los aportes que recogió en esas múltiples actividades confirmaron y fortalecieron su convicción de que la principal causa de la pobreza rural es la falta de conocimientos adecuados; y no necesariamente la falta de políticas, créditos, subsidios, garantias de preços y otras ayudas paternalistas.

  Conoció éxitos extraordinarios en la agricultura latinoamericana

  En ese largo recorrido conoció a muchos agricultores, pequeños, medianos y grandes, que se cansaron de la retórica paternalista y tomaron en sus propias manos la solución de sus problemas. Constató que fue gracias a esa nueva agricultura, "alimentada" por el conocimiento y no por el paternalismo, que en las últimas décadas ocurrieron profundas transformaciones en el agro latinoamericano y que ellas se desarrollaron con mínima intervención de los gobiernos, como por ejemplo:

  a) El extraordinario avance tecnológico de la avicultura industrial en todos los países de América Latina

  b) La siembra directa o labranza cero que en Argentina y Brasil ya está siendo adoptada en más del 60% de la superficie sembrada. Esta muy eficiente tecnología, que frenó la erosión y redujo drásticamente los costos de producción en la agricultura, no fue iniciada por ninguna medida paternalista, sino que por dos creativos agricultores del Estado de Paraná en Brasil

  c) Brasil duplicó su producción de granos en un período de apenas 12 años. Entre el 1997 y el 2007 la exportación de carne vacuna saltó de 158.000 toneladas a 1.615.000 toneladas al año, convirtiendo al país en el más grande exportador mundial de dicho rubro. En pocos años también se ha convertido en el campeón mundial en la exportación de carne de pollo, de jugo de naranja, de azúcar, de tabaco y de etanol; y en el segundo productor mundial de soya. Las cooperativas agrícolas y agroindustriales del Sur de Brasil han tenido un éxito extraordinario. El crédito concedido a través de las cooperativas de crédito rural (Sistemas Sicredi, Sicoob y Cresol ) que fueron creadas por los propios agricultores ha tenido gran expansión y capilaridad. Sin intervención estatal, ocurrió la colonización y la expansión de la frontera agrícola en los estados de Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Goiás, Tocantins, Rondonia y también en crecientes superficies de los estados de Bahia, Maranhão y Piauí. 

  d) El avance en la biotecnologia, el rápido crecimiento en la producción de granos, su almacenaje en bolsas plásticas y la reducción de los costos de su transporte gracias al dragado de la Hidrovia del Rio Paraná, los avances en la fruticultura y en la vitivinicultura, en la ganadería de carne ( confinamiento en feedlots ) y leche en Argentina

  e) La producción y exportación de salmones, vinos, frutas y semillas de hortalizas en Chile.

  f) El éxito en la producción y exportación de espárragos, mangos, alcachofa y páprika en el Perú, de camarones en Ecuador y Panamá, de hortalizas para exportación en Guatemala, de café y de flores en Colombia, la introducción y rápida expansión de la siembra directa y el éxito de la eficiente rizicultura y ganadería lechera en Uruguay, la rápida expansión de la frontera agrícola y en la adopción de la siembra directa en la región oriental del Paraguay, etc. 

  Esos éxitos ocurrieron con mínimas intervenciones del paternalismo estatal. Esos agricultores tomaron la iniciativa de buscar y adoptar las tecnologías que ya estaban disponibles en las estaciones experimentales de sus propios países o fueron buscarlas en el extranjero. Ellos no fueron pedir ayudas a los políticos pues prefirieron asesorarse con los extensionistas competentes y "copiar" lo que ya estaban haciendo otros agricultores más eficientes que ellos. A propósito se sugiere leer el artículo Por favor, no "ayuden" la agricultura, disponible en esta página web. 

  ¿Por qué critica con tanta vehemencia el paternalismo?

  Porque en ese largo período también conoció las debilidades de la otra agricultura, la agricultura del atraso y de ineficiencia, de la demagogia y del populismo, de la invasión de fincas productivas que ( por falta de conocimientos de los invasores ) rapidamente se transforman en tugurios rurales; y, muy especialmente, del nefasto paternalismo que, durante más de cinco décadas, ha estado paralizando las iniciativas y destruyendo la dignidad y la autoestima de las familias rurales. Su escepticismo en relación a dicho paternalismo no es casual ni gratuito; es consecuencia de los fracasos que vivenció y vio con sus propios ojos, directamente en el campo, en todos los 19 países latinoamericanos en los cuales tuvo la oportunidad de trabajar. Es decir, la bajísima eficacia de las intervenciones públicas en pro del desarrollo de las zonas rurales (proyectos estatales de colonización, de reforma agraria, de irrigación, de reventa de insumos, de comercialización, de mecanización agrícola, de agro-industrialización, de combate a la pobreza rural y de erradicación del hambre). En muchos de esos proyectos que tuvo la oportunidad de conocer personalmente, constató que 50 años después de su lanzamiento, aún no han logrado emancipar a sus beneficiarios de las ayudas gubernamentales. En las últimas décadas también conoció varios de los muchos, grandes y costosos proyectos de desarrollo agrícola, que fueron ejecutados, con abundantes financiamientos externos, en todos los países de América Latina. Éstos después de sus fracasos ( y probablemente para ocultarlos ) cambiaron de nombre y pasaron a llamarse proyectos de desarrollo rural ( DR ), después y por la misma razón cambiaron para DR integral, después para DR integrado, después para DR participativo, después para DR sostenible o sustentable, después para DR territorial, etc. En resumen, fueron muy ágiles en cambiar los nombres de los proyectos, pero absolutamente incompetentes en la erradicación de la pobreza y del subdesarrollo rural.

  Y después de tantas vivencias, ¿qué está haciendo?

  Actualmente dedica su experiencia profesional a las siguientes actividades:

  a) Coordina una amplia red electrónica de recolección y difusión de experiencias cuyo propósito es demostrar lo siguiente: si les ofrecemos una educación útil, contextualizada y de buena calidad, "todos los agricultores, inclusive los pequeños y pobres, pueden ser eficientes y competitivos". Los 270.000 miembros que integran dicha red alimentan, retroalimentan, perfeccionan y legitiman, con sus aportes técnicos y especialmente con sus críticas, esta propuesta educativo-emancipadora; y también

  b) Dicta conferencias dirigidas especialmente a las personas que, en la era del conocimiento, deberán asumir el liderazgo y actuar, directa y/o indirectamente, como los principales protagonistas en la solución de los problemas agrícolas y rurales. Estos nuevos protagonistas son los siguientes: los profesores, egresados y estudiantes de las facultades de ciencias agrarias, de las facultades de pedagogía o educación, de las escuelas normales y de las escuelas agrotécnicas; los extensionistas/promotores del desarrollo rural, los maestros de las escuelas fundamentales/primarias rurales, los secretarios municipales de agricultura, los secretarios municipales de educación y los ejecutivos de los gremios, no politizados ni "ideologizados", que representan a los pequeños, medianos y grandes productores rurales. El principal objetivo de sus conferencias es levantar el ego y la autoestima de estos nuevos "eficientizadores" de la agricultura, al demostrarles que en sus manos está el futuro de los agricultores de América Latina; y adicionalmente invitarlos a que asuman este extraordinario desafio, pero que lo hagan con profesionalismo, competencia, mística y vocación de servicio.

Experiencia cubana de agricultura urbana en patios mexicanos

  México, 25 feb (PL) El modelo cubano de agricultura sustentable es hoy inspiración en la Ciudad de México, donde patios, terrenos baldíos y parcelas han empezado a transformarse en huertos urbanos.


  Para una urbe como esta, entre las más grandes del mundo, el que se planteara la posibilidad de tener los huertos urbanos parecía para algunos impensable, reconoció Rosa Márquez, titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec) al referirse al tema, en diálogo con Prensa Latina.

  Dijo que para este proyecto de agricultura sustentable a pequeña escala existe un convenio con Cuba. Los técnicos de la isla "vienen regularmente en periodos de seis meses para darle seguimiento y continuidad a este programa".

  Hace cuatro años está en marcha el convenio "con el Ministerio de la Agricultura de Cuba a través del Inifat (Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical)", acotó Márquez.

  Ante la falta de soberanía alimentaria, los problemas respecto al logro de una alimentación sana que ha originado en México un incremento de la diabetes en los niños, la obesidad infantil es importante poder acercar esta posibilidad a la gente de sembrar sus propias hortalizas, apuntó.
 
  Destacó que ya en el estado de Oaxaca se firmó un proyecto de colaboración en el que participan asesores cubanos.

  La construcción del modelo Chilango de agricultura sustentable a pequeña escala a partir de la experiencia cubana ha servido para demostrar que si esto lo podemos hacer en una gran ciudad, entonces es aplicable el método en cualquier lugar, subrayó.

  También Márquez apreció el capital humano en función de otros pueblos y afirmó que esto invita "a recuperar nuestras formas tradicionales de producir de manera sana".

  El ejemplo "que nos ha dado el pueblo y gobierno cubanos es que a pesar de todas las adversidades y situaciones que enfrentan, han podido salir adelante", puntualizó.

  Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la agricultura en esas áreas proporciona alimentos a cerca de 700 millones de residentes en las ciudades, un cuarto de la población urbana mundial.
Por Deisy Francis Mexidor

http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=481596&Itemid=1

Dar mucha más prioridad al desarrollo rural


Algo más que palabras
Dar mucha más prioridad al desarrollo rural

 Para librar a la humanidad de la sombra del hambre hay que promocionar mucho más la actividad agrícola en cada país del mundo, con una cooperación efectiva entre las diversas naciones. La agricultura tiene que ser una industria en crecimiento, y una industria protegida, para abastecer a los nueve mil millones de habitantes que seremos para el 2050. Es el gran desafío que todos los países deben llevar a cabo. Se precisa, para empezar, una mayor protección del suelo para optimizar la nutrición de los cultivos, una mejor gestión eficiente del agua, y del manejo integrado de plagas, enfermedades y malas hierbas.


Por desgracia, la agricultura sigue siendo todavía infravalorada. Faltan estímulos para que den al desarrollo rural el lugar que le corresponde. Trabajar la tierra es tan importante como cualquier otro trabajo. De ahí la importancia del asociacionismo rural como un elemento significativo para el desarrollo del colectivo de trabajadores. La Unión Europea, que es el principal importador mundial de productos alimenticios y el mayor mercado de alimentos procedentes de los países en desarrollo, puede servir como ejemplo en el mundo para ayudar a los agricultores; no en vano, gracias a la unión de países, se  han podido potenciar ayudas directas al campesino para que pueda vivir más dignamente, pero a cambio debe cumplir el sector agrícola con una serie de normas sobre higiene de instalaciones, biodiversidad y conservación del paisaje, mejora de los productos en cuanto a calidad, haciendo hincapié en prácticas sostenibles.

No se puede obviar el trabajo de los pequeños agricultores, que cumplen desde luego un papel fundamental en el crecimiento económico y la seguridad alimentaria. Hay que permitirles y ayudarles a que puedan desarrollar su potencial, mediante acceso a mejores recursos, a mercados e incentivos, para que en verdad puedan transformar sus propias comunidades, sus personales vidas y, en suma, el mundo mismo. El referente europeo ahí está, celebrando este año el cincuenta aniversario de la implementación de la Política Agrícola Común (PAC), una piedra angular del proceso de integración europea que ha brindado cinco décadas de suministro seguro de alimentos y un campo lleno de vida a los ciudadanos europeos, como ya dije.

En cualquier caso, la falta de justicia en la repartición de la propiedad de la tierra y las políticas aplicadas en el mundo, siguen obstaculizando el desarrollo agrícola. Los salarios agrícolas son de los más bajos, que junto a la poca rentabilidad de las pequeñas empresas rurales, hace que el sector no despunte. Sin duda, la caída de las rentas agrícolas afecta duramente a los pequeños productores, hasta el punto que muchos agricultores no quieren trabajar por más tiempo en el campo. Para dar prioridad al desarrollo rural en todo el mundo, son necesarios cambios radicales y urgentes, sobre todo prestando una atención particular al papel crucial que tiene la mujer en la tarea agrícola. No olvidemos que dependemos, en buena parte, del campo para vivir. Y que se va a precisar más producción para alimentar más bocas.

El Nuevo Diario

Dar mucha más prioridad al desarrollo rural

Para librar a la humanidad de la sombra del hambre hay que promocionar mucho más la actividad agrícola en cada país del mundo, con una cooperación efectiva entre las diversas naciones. La agricultura tiene que ser una industria en crecimiento, y una industria protegida, para abastecer a los nueve mil millones de habitantes que seremos para el 2050. Es el gran desafío que todos los países deben llevar a cabo. Se precisa, para empezar, una mayor protección del suelo para optimizar la nutrición de los cultivos, una mejor gestión eficiente del agua, y del manejo integrado de plagas, enfermedades y malas hierbas.
Por desgracia, la agricultura sigue siendo todavía infravalorada. Faltan estímulos para que den al desarrollo rural el lugar que le corresponde. Trabajar la tierra es tan importante como cualquier otro trabajo. De ahí la importancia del asociacionismo rural como un elemento significativo para el desarrollo del colectivo de trabajadores. La Unión Europea, que es el principal importador mundial de productos alimenticios y el mayor mercado de alimentos procedentes de los países en desarrollo, puede servir como ejemplo en el mundo para ayudar a los agricultores; no en vano, gracias a la unión de países, se  han podido potenciar ayudas directas al campesino para que pueda vivir más dignamente, pero a cambio debe cumplir el sector agrícola con una serie de normas sobre higiene de instalaciones, biodiversidad y conservación del paisaje, mejora de los productos en cuanto a calidad, haciendo hincapié en prácticas sostenibles.
No se puede obviar el trabajo de los pequeños agricultores, que cumplen desde luego un papel fundamental en el crecimiento económico y la seguridad alimentaria. Hay que permitirles y ayudarles a que puedan desarrollar su potencial, mediante acceso a mejores recursos, a mercados e incentivos, para que en verdad puedan transformar sus propias comunidades, sus personales vidas y, en suma, el mundo mismo. El referente europeo ahí está, celebrando este año el cincuenta aniversario de la implementación de la Política Agrícola Común (PAC), una piedra angular del proceso de integración europea que ha brindado cinco décadas de suministro seguro de alimentos y un campo lleno de vida a los ciudadanos europeos, como ya dije.
En cualquier caso, la falta de justicia en la repartición de la propiedad de la tierra y las políticas aplicadas en el mundo, siguen obstaculizando el desarrollo agrícola. Los salarios agrícolas son de los más bajos, que junto a la poca rentabilidad de las pequeñas empresas rurales, hace que el sector no despunte. Sin duda, la caída de las rentas agrícolas afecta duramente a los pequeños productores, hasta el punto que muchos agricultores no quieren trabajar por más tiempo en el campo. Para dar prioridad al desarrollo rural en todo el mundo, son necesarios cambios radicales y urgentes, sobre todo prestando una atención particular al papel crucial que tiene la mujer en la tarea agrícola. No olvidemos que dependemos, en buena parte, del campo para vivir. Y que se va a precisar más producción para alimentar más bocas.
Escritor
corcoba@telefonica.net
Para librar a la humanidad de la sombra del hambre hay que promocionar mucho más la actividad agrícola en cada país del mundo, con una cooperación efectiva entre las diversas naciones. La agricultura tiene que ser una industria en crecimiento, y una industria protegida, para abastecer a los nueve mil millones de habitantes que seremos para el 2050. Es el gran desafío que todos los países deben llevar a cabo. Se precisa, para empezar, una mayor protección del suelo para optimizar la nutrición de los cultivos, una mejor gestión eficiente del agua, y del manejo integrado de plagas, enfermedades y malas hierbas.
Por desgracia, la agricultura sigue siendo todavía infravalorada. Faltan estímulos para que den al desarrollo rural el lugar que le corresponde. Trabajar la tierra es tan importante como cualquier otro trabajo. De ahí la importancia del asociacionismo rural como un elemento significativo para el desarrollo del colectivo de trabajadores. La Unión Europea, que es el principal importador mundial de productos alimenticios y el mayor mercado de alimentos procedentes de los países en desarrollo, puede servir como ejemplo en el mundo para ayudar a los agricultores; no en vano, gracias a la unión de países, se  han podido potenciar ayudas directas al campesino para que pueda vivir más dignamente, pero a cambio debe cumplir el sector agrícola con una serie de normas sobre higiene de instalaciones, biodiversidad y conservación del paisaje, mejora de los productos en cuanto a calidad, haciendo hincapié en prácticas sostenibles.
No se puede obviar el trabajo de los pequeños agricultores, que cumplen desde luego un papel fundamental en el crecimiento económico y la seguridad alimentaria. Hay que permitirles y ayudarles a que puedan desarrollar su potencial, mediante acceso a mejores recursos, a mercados e incentivos, para que en verdad puedan transformar sus propias comunidades, sus personales vidas y, en suma, el mundo mismo. El referente europeo ahí está, celebrando este año el cincuenta aniversario de la implementación de la Política Agrícola Común (PAC), una piedra angular del proceso de integración europea que ha brindado cinco décadas de suministro seguro de alimentos y un campo lleno de vida a los ciudadanos europeos, como ya dije.
En cualquier caso, la falta de justicia en la repartición de la propiedad de la tierra y las políticas aplicadas en el mundo, siguen obstaculizando el desarrollo agrícola. Los salarios agrícolas son de los más bajos, que junto a la poca rentabilidad de las pequeñas empresas rurales, hace que el sector no despunte. Sin duda, la caída de las rentas agrícolas afecta duramente a los pequeños productores, hasta el punto que muchos agricultores no quieren trabajar por más tiempo en el campo. Para dar prioridad al desarrollo rural en todo el mundo, son necesarios cambios radicales y urgentes, sobre todo prestando una atención particular al papel crucial que tiene la mujer en la tarea agrícola. No olvidemos que dependemos, en buena parte, del campo para vivir. Y que se va a precisar más producción para alimentar más bocas.
Escritor
corcoba@telefonica.net

Nuevas variedades permiten cosechar fuera de ciclo en RD

Por Martín Polanco
  Los tiempos en que algunos frutos se conseguían solo determinadas épocas del año quedan atrás cada vez más. La introducción de nuevas variedades y los mismos cambios climáticos posibilitan hoy consumir, por ejemplo, un mango fuera de su ciclo tradicional de producción.
  En el pasado, gran parte de los rubros agrícolas tenían tiempos específicos para cosecharlos (especialmente las frutas). A veces los meses variaban ligeramente según las zonas geográficas, pero en definitiva, la gente sabía más o menos cuándo estaría “de coger” un aguacate, un mango, una guayaba o una guanábana.
  Cuando en República Dominicana existía solo el aguacate criollo (el que la gente conoce de antaño) la oferta era desde agosto hasta la mitad del mes de noviembre del mismo año. Actualmente las variedades introducidas, especialmente para exportación, tienen un rango amplio de producción, que comienza desde el 15 de junio de un año hasta el 30 de marzo del siguiente año. De manera que el aguacate solo está ausente de las comidas dominicanas entre abril y mayo.
  El productor Gustavo Florentino y la investigadora del Instituto de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (Idiaf), Daysi Martich, tienen una explicación para ese fenómeno. “Se trata, en algunos casos, de variedades que tenemos en el país que se cosechan un poco más temprano o un poco más tarde”, dice Florentino. “Y son para distintos momentos de cosecha”, expone Martich.
  Florentino aclara que “no se trata necesariamente  de modificaciones genéticas, sino de nuevas variedades”.
  El ingeniero Damián Andújar –experto en temas agrícolas- explica que hay variedades más tardías o más tempranas que otras. “Lo que se procura es tener mejor mercado y producir el aguacate en los tiempos que no es normal en esa fruta”.
  Las tierras más propicias para la siembra de aguacate están básicamente en el Sur (San Cristóbal, Baní, sobre todo en la parte alta); San José de Ocoa, Azua, Pedernales y Padre Las Casas entre otras); y en zonas del Cibao, según Andújar. No quiere eso decir, que en otras zonas no haya cultivos. Cosechar fuera de época o de ciclo, en el caso del aguacate, no conlleva mayor costo que en tiempos normales, pues se trata de variedades diseñadas para eso.
  En el país hay cerca de 9,000 productores de aguacate, según datos del Clúster de Aguacate.
  En el caso del mango se han introducido variedades también de diferentes momentos de cosecha, la mayoría de ellas exportables. A esos tipos de mangos se les hace inducción de flora, es decir, que se adelanta más el proceso de floración para que entren al mercado en momentos de alta demanda del producto. Además, se ha introducido la técnica de poda, en la cual el Instituto de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (Idiaf) ha intervenido. Entre los tipos de mangos de calidad y condiciones para exportación están: Tommy atkins, Keith, gota de oro, banilejos, puntica y yamaguí.
  Se trata de variedades ubicadas en zonas con verdadero potencial para producir. Básicamente están en Azua, Baní y San Cristóbal.
De guanábana, lo normal era ver la producción entre septiembre y diciembre de cada año.

 El productor Mario Velásquez sostiene que “hoy día no es así, pues ha habido un cambio en el régimen de lluvia y otros aspectos de importancia para la producción”. “Ahora mismo hay una fuguita de guanábana que uno entiende que no es normal”.
 Tiempo recuperado en la caña
  En el caso de la caña de azúcar, el ciclo de cosecha se había perdido en años anteriores, no porque se hayan introducido variedades nuevas como en el mango, aguacate o guanábana, sino por otras circunstancias.
  El presidente de la Federación de Colonos Azucareros (Fedoca), Bernardo Díaz Matos, sostiene que “por una serie de cuestiones que se daban la mayoría de ingenios comenzaba la zafra en tiempos no adecuados” (a veces en febrero o marzo, cuando lo correcto es que lo hagan entre noviembre y diciembre del año anterior).   Para la zafra de este año los ingenios comenzaron bien (entre finales de noviembre e inicio diciembre), lo que permitió que cuando llegaron los aguaceros de finales de mayo los centrales azucareros tuvieron que cerrar su zafra, pero ya se había molido la mayor cantidad.
  La producción de caña fuera de ciclo se mantuvo por cinco o seis años, con excepción de los ingenios Barahona y Central Romana, que nunca fallan al comenzar en tiempo récord, según el presidente de Fedoca. “Trabajar dentro del tiempo adecuado permitió que los ingenios tuvieran buena producción y pudieran dejar caña para el empalme de la próxima zafra 2011-2012. Al comenzar la producción de caña fuera de ciclo se corren varios riesgos”, apuntó el colono.
 Fuente: El Caribe

Comercio Justo: modalidad de pagar más para “ayudar”

  A República Dominicana ingresan cada año más de US$9.0 millones (más de RD$342.9 millones) como beneficios que obtienen los productores a través de la modalidad “Comercio Justo”,  en los distintos renglones e instituciones certificadas para participar en ese capítulo.
  El Comercio Justo es un sistema comercial en el cual los consumidores pagan un poco más caro que en el mercado común por productos que compran, y que han sido previamente certificados en esa categoría. El dinero que genera esa diferencia de precio es utilizado en el desarrollo de la vida de los productores más pobres del renglón que se trate, del medioambiente, de los trabajadores o de la propia comunidad.
  Significa, por ejemplo, que si un plátano cuesta -en términos reales- cinco pesos, el consumidor está dispuesto a pagar siete, para que los dos pesos de diferencia vayan a una obra de bien social o comunitaria. Esos dos pesos que pagó por encima el adquiriente del plátano, supongamos en un supermercado, los recibe luego el suplidor original (el productor), bajo el compromiso de que los invertirá en las áreas citadas.
La modalidad Comercio Justo funciona principalmente a través de asociaciones de productores agrícolas o de fabricantes de mercancías, certificados por el sello internacional “Fairtrade”, previa evaluación de una serie de requisitos que deben cumplir.
  Las tiendas o supermercados que participan también deben certificarse. De República Dominicana las asociaciones que venden a través del Comercio Justo, a nivel internacional, son de cacao, café, banano y naranja. Se espera que entren más rubros. O sea, que en este caso, el “sobreprecio” para beneficiar obras y respaldar la producción a este país lo están pagando consumidores extranjeros.
  “Internamente falta trabajar mucho para crear conciencia a través de campañas publicitarias en la gente, de que puede pagar más por lo que consume, para beneficiar a otros que necesitan respaldo”, sostiene Luis Bonilla, asesor de la Asociación Dominicana de Productores de Banano (Adobanano). El Comercio Justo,  que comenzó en Europa, se ha extendido hacia Estados Unidos, Japón y Canadá, o sea, está presente en cuatro economías desarrolladas.
  En Europa hay 3,000 tiendas de Comercio Justo, la primera abrió sus puertas en Holanda en 1969, de acuerdo a informes obtenidos en varias páginas de la web que tratan el tema.
  La garantía de que “el dinero que estoy pagando por lo que compro no irá a parar a los bolsillos de algún vivo” la ofrece el Fairtrade, que tiene un equipo de inspectores que se desplazan a los sitios para comprobar que las personas acogidas al programa están cumpliendo con una serie de requisitos y estándares, como la higiene y limpieza.
  El sector bananero dominicano recibe, vía el Comercio Justo, unos RD$25 millones mensualmente, es decir, RD$300 millones por año, por concepto de un “premio” de un dólar por cada caja exportada, según informes de Adobanano.
  Con esos recursos se han hecho inversiones locales –especialmente en la Línea Noroeste- en mantenimiento de escuelas, salas de tarea, en centros comunales y en respaldo a la iglesia y el deporte.
  En el caso de los productores de cacao, generan alrededor de un millón de dólares anual, por el citado premio. La información la ofreció Isidoro de la Rosa, presidente de la Confederación Nacional de Cacaocultores (Conacado), una institución que representa  alrededor de 10 mil pequeños productores de cacao y certificada para Comercio Justo desde 1995.
  Los cafetales abrieron las puertas
  En RD, la Federación de Caficultores fue la primera certificada dentro del Comercio Justo, en el renglón de café y té. Luego entró cacao y banano, según Rufino Herrera, presidente de la Confederación Cafetalera Dominicana (Concafed). “Las  organizaciones cafetaleras se han mantenido gracias al Comercio Justo”, observa Herrera.
  El productor rememora algunas épocas en las que el café ha caído de precio en el exterior y “ese hueco” para los exportadores ha sido llenado con el Comercio Justo. “Hubo un tiempo que los precios bajaron hasta a US$46 y nosotros vendiámos a US$117. A partir de ahí cuando el precio del café sube, tenemos 10 dólares de premio”, expone Herrera.
  Los exportadores de café reciben anualmente unos US$80,000 (RD$2.9 millones) vía el Comercio Justo. El volumen del dinero no es tan elevado como en banano, pues estos últimos exportan semanalmente y por cada caja de ese rubro el premio es de un dólar.
  Instituciones se interesan
  El presidente de Concafed, Rufino Herrera, dijo a El Caribe que en RD hay instituciones que comienzan a interesarse por el tema del Comercio Justo.
  Citó que los productores de café han sostenido reuniones con el Instituto de Protección de los Derechos del Consumidor y con la diputada Guadalupe Valdez. “Todo parece indicar que hay interés en el tema”, expuso Herrera.
  En el país hay perspectivas de que en lo adelante se incorporen a la modalidad rubros como el mango, el aguacate y la miel de abeja. Dependerá de cómo se organicen los productores de esos renglones.
Fuente: blogs.elcaribe.com.do