Por Martín Polanco
Los tiempos en que algunos frutos se conseguían solo determinadas épocas del año quedan atrás cada vez más. La introducción de nuevas variedades y los mismos cambios climáticos posibilitan hoy consumir, por ejemplo, un mango fuera de su ciclo tradicional de producción.
En el pasado, gran parte de los rubros agrícolas tenían tiempos específicos para cosecharlos (especialmente las frutas). A veces los meses variaban ligeramente según las zonas geográficas, pero en definitiva, la gente sabía más o menos cuándo estaría “de coger” un aguacate, un mango, una guayaba o una guanábana.
Cuando en República Dominicana existía solo el aguacate criollo (el que la gente conoce de antaño) la oferta era desde agosto hasta la mitad del mes de noviembre del mismo año. Actualmente las variedades introducidas, especialmente para exportación, tienen un rango amplio de producción, que comienza desde el 15 de junio de un año hasta el 30 de marzo del siguiente año. De manera que el aguacate solo está ausente de las comidas dominicanas entre abril y mayo.
El productor Gustavo Florentino y la investigadora del Instituto de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (Idiaf), Daysi Martich, tienen una explicación para ese fenómeno. “Se trata, en algunos casos, de variedades que tenemos en el país que se cosechan un poco más temprano o un poco más tarde”, dice Florentino. “Y son para distintos momentos de cosecha”, expone Martich.
Florentino aclara que “no se trata necesariamente de modificaciones genéticas, sino de nuevas variedades”.
El ingeniero Damián Andújar –experto en temas agrícolas- explica que hay variedades más tardías o más tempranas que otras. “Lo que se procura es tener mejor mercado y producir el aguacate en los tiempos que no es normal en esa fruta”.
Las tierras más propicias para la siembra de aguacate están básicamente en el Sur (San Cristóbal, Baní, sobre todo en la parte alta); San José de Ocoa, Azua, Pedernales y Padre Las Casas entre otras); y en zonas del Cibao, según Andújar. No quiere eso decir, que en otras zonas no haya cultivos. Cosechar fuera de época o de ciclo, en el caso del aguacate, no conlleva mayor costo que en tiempos normales, pues se trata de variedades diseñadas para eso.
En el país hay cerca de 9,000 productores de aguacate, según datos del Clúster de Aguacate.
En el caso del mango se han introducido variedades también de diferentes momentos de cosecha, la mayoría de ellas exportables. A esos tipos de mangos se les hace inducción de flora, es decir, que se adelanta más el proceso de floración para que entren al mercado en momentos de alta demanda del producto. Además, se ha introducido la técnica de poda, en la cual el Instituto de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (Idiaf) ha intervenido. Entre los tipos de mangos de calidad y condiciones para exportación están: Tommy atkins, Keith, gota de oro, banilejos, puntica y yamaguí.
Se trata de variedades ubicadas en zonas con verdadero potencial para producir. Básicamente están en Azua, Baní y San Cristóbal.
De guanábana, lo normal era ver la producción entre septiembre y diciembre de cada año.
El productor Mario Velásquez sostiene que “hoy día no es así, pues ha habido un cambio en el régimen de lluvia y otros aspectos de importancia para la producción”. “Ahora mismo hay una fuguita de guanábana que uno entiende que no es normal”.
Tiempo recuperado en la caña
En el caso de la caña de azúcar, el ciclo de cosecha se había perdido en años anteriores, no porque se hayan introducido variedades nuevas como en el mango, aguacate o guanábana, sino por otras circunstancias.
El presidente de la Federación de Colonos Azucareros (Fedoca), Bernardo Díaz Matos, sostiene que “por una serie de cuestiones que se daban la mayoría de ingenios comenzaba la zafra en tiempos no adecuados” (a veces en febrero o marzo, cuando lo correcto es que lo hagan entre noviembre y diciembre del año anterior). Para la zafra de este año los ingenios comenzaron bien (entre finales de noviembre e inicio diciembre), lo que permitió que cuando llegaron los aguaceros de finales de mayo los centrales azucareros tuvieron que cerrar su zafra, pero ya se había molido la mayor cantidad.
La producción de caña fuera de ciclo se mantuvo por cinco o seis años, con excepción de los ingenios Barahona y Central Romana, que nunca fallan al comenzar en tiempo récord, según el presidente de Fedoca. “Trabajar dentro del tiempo adecuado permitió que los ingenios tuvieran buena producción y pudieran dejar caña para el empalme de la próxima zafra 2011-2012. Al comenzar la producción de caña fuera de ciclo se corren varios riesgos”, apuntó el colono.
Fuente: El Caribe